Mirar fijamente al horizonte y quedarme quieta en ese instante de tiempo que también se detiene.Descansar en el minuto ausente, que antepone a mis ojos lo ocurrido mientras no pertenezco.
Sumergirme en mi propia marea, para desde ahí arrancar la imagen difusa que se emana del espacio temporal, el cual impenetrable como espesa niebla, no me toca.
Perderme en mí y saberme finita sólo por el vaivén del aire que roza la cara sin alma, que se proyecta hacia el momento inexistente.
Moldear el agua que brota de la invisible luz en la que me siento, oir la música que palpo de una nota escapada del silencio y llorar sin lágrimas, cuando tu mano me toca y me devuelve al presente.
1 comentario:
Yo creo que es indispensable, vagar por las inmensidades del pensamiento , en medio de la soledad, proyectando un mundo, influenciado de tantos modos, que eres capaz de revelar sólo en la presencia del sonido del silencio, mientras ahi perdida te vas encontrando y descubriendo, descansas en tus virtudes, y te agobias de tus defectos, pero sólo basta ser, en ese momento, donde tu y tu alma se reunen y se van conociendo.
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